martes, 23 de octubre de 2007

NADIE TV

En cuestión de rating la ecuación nunca falla. Los programas que más miden tienen garantizados las mejores publicidades, son tapas en las principales revistas y aparecen como los poderosos y protegidos del canal. En la batalla nadie se queda afuera: los productores controlan minuto a minuto cuánta gente ve o deja de ver el programa, toman nota y sacan todo tipo de conclusiones. Ese numerito, que para muchos es una pesadilla, decidió el año pasado los cambios de horario que llevaron a Monetcristo a la medianoche y obligaron, al hasta hace poco inmune Mario Pergolini, a pasar Caiga Quien Caiga al día jueves. Poco rating es sinónimo de inseguridad y no sumar puntos significa correr el riesgo de desaparecer. Tinelli lo sabe, por algo es líder: el rating está en la tanga, en las lolas, en el caño y en el morbo. Pero, ¿qué pasa con los programas alternativos?, ¿cómo se sostiene un programa que nadie ve?
Medir 5 puntos en Telefe, incluso después de la media noche, no garantiza continuidad. Garabatto habló con Fabián Gianola, el conductor de Bien Tarde (5,5 puntos)
-¿Cómo lleva el hecho de ser el menos visto en un canal como Telefe?
-Eso no te lo voy a contestar. El programa termina en dos semanas.
-¿Por qué razón?
-Me dijeron que no había presupuesto para seguir haciéndolo.
No es la primera vez que el canal de las pelotas levanta un programa por no cumplir con las expectativas. Después de un cambio de horario sin buenos resultados, Villarruel decidió levantar en julio El Capo y el año pasado Hechizada, la sitcom protagonizada por Florencia Peña y Georgina Barbarosa corrió la misma suerte. Estar en el 13 también es inseguro: A todo culorr, conducido por Alfredo Casero terminó con 6,3 puntos y ¿Querés jugar? con Nico Repetto terminó en 6,6.
"Cada vez hay mas programas que se ven menos por dos razones: por un lado Internet se convirtió en el medio con más oferta audiovisual, Youtube es un gran agujero para la tele. A causa de la computadora cada vez hay menos televidentes. Por otro lado hay una monopolización: todos miran lo mismo. Estos programas con bajo rating están fuera del circuito, se mantienen por brindar servicio social, o por ser tele voto. En otros casos esos programas son lo único que tiene el canal para cubrir la grilla, eso es lamentable", explica el periodista especialista en espectáculos Pablo Sirven.
Es interesante como reaccionaron los conductores y productores de los programas con bajo rating cuando Garabatto los llamó para hablar. A muchos les enojó que salga la nota, es que a nadie le gusta que se muevan las aguas y quede al descubierto que por ejemplo sólo 30 mil personas miran el programa que Boy Olmi y Sandra Russo hacen a diario en canal 7. "Se enfurecen porque les tiras el ego, el narcisismo, los pones en un lugar de inseguridad. Es como obtener una mala calificación o tener un mal prontuario", sostiene Sirven.
No se trata de novatos, los programas que menos se ven están conducidos por figuras reconocidas como Chiche Gelblum, Fabian Gianola, Maby Wells e Iliana Calabró. Pese a eso, estar en el prime time televisivo es algo que pocos programas pueden lograr. Los que emiten su ciclo por Canal 7 se sienten en desventaja ya que explican que el canal apunta a un público nacional y no solamente a Capital y parte del Gran Buenos Aires donde se mide el rating. La conductora del noticiero Visión 7 (0,6 puntos), Cecilia Lararo es clara: "El tema del rating no me interesa en absoluto, pero que no se mida en el interior es terrible, es negar la existencia de 23 provincias, de toda la gente que vive ahí". Pero hay algo raro, mientras que la batalla por el rating está instalada y en pleno auge, todos los conductores que hacen programas que nadie, o casi nadie ve explican que el numerito es algo que no les interesa. Cuando le consultamos a Maby Wells, que conduce La mañana del 9 (2,9 puntos) junto a Claudio Albarenque, dijo que no le preocupa el rating "No se cuanto mido, nunca me interesó. Creo que eso es algo que le tiene que importar a los productores y no a mi". Es raro que a nadie le importe si hay alguien del otro lado del televisor viendo el programa que uno está haciendo. Demostrar que a uno el rating no le interesa parece ser una muestra de poder... Mario Pergolini siempre se mostró despreocupado por ese numerito, pero hace unas semanas cuando uno de los productores dejó abierto un micrófono por error se escuchó a Mario diciendo "Encima estoy perdiendo con este programa de m... (refiriéndose al de Tinelli)", así quedó a la luz que en realidad ser visto le interesa y mucho.
El rating invade todo, sin puntos no hay publicidad y sin publicidad no hay programa que se sustente. Es por eso que la programación y el minuto a minuto ocupan un lugar centrar en la cabeza de los directores de contenido de los distintos canales. El único que se maneja con otros códigos es canal 7, donde los programas se mantienen midiendo tan solo 0,4 o como mucho 2 puntos. "Estando en este canal uno se anima a experimentar, es más libre porque no hay presión. La batalla del rating es sangrienta, es un juego muy perverso y el 7 te permite no involucrarte en todo eso. Eso es lo que más me gusta de estar acá", explica Boy Olmi, el conductor de Dejámelo pensar (0,4 puntos). Para Sirven, "Canal 7 hay que tomarlo como un caso aparte porque la gente no lo toma en cuenta en el control remoto, mirar el 7 no es una posibilidad, pero hacer un programa alternativo ahí te permite sobrevivir a toda la lucha. En cambio tener un programa que mide 6 o 7 puntos en Telefé o Canal 13 es terrible, porque corre el riesgo de desaparecer, a la primera de cambio lo borran". Es así de simple: el rating es el arbitro de la televisión y muchas veces te deja afuera. El programa que corre peligro en el canal de Suar es Para siempre ni solos ni solas conducido por Iliana Calabró y aunque suma 7,5 puntos es poco para el canal. Eso que iguala al más visto de Canal 9.
Ser el menos visto y asumir que es porque el programa no es bueno, o al menos porque no le gusta a la mayoría no es fácil. Todos miran para otro lado. Pablo Muney, conductor del programa Mi nuevo yo (0,6 puntos) cree que tiene pocos televidentes porque viene después del noticiero, "que en sus picos mide 1,3 puntos". Pero Muney no es el único, Boy Olmi cree que el horario (de 16 a 17???) y el canal en el que se emite su programa inciden en que la gente no lo vea. Sin embargo esas no son buenas excusas ya que Tinelli supo ser líder hasta en canal 9.

*Por Deborah Maniowicz

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